repertorio


octubre 13, 2008

De "Poemas da cidade oculta"

y porque es tan bella en español como en gallego...
(III)
Y hoy fumaremos opio en la escalera
porque no quiero moverme ni un milímetro
fuera de tus sueños.
Hace frío.
Creo que murió el violinista
intentando recoger los peces de colores
y ni tú ni yo
echaremos hoy
monedas a la muerte.
Juguemos a la muerte
juguemos a morir cada vez más lento
juguemos a pisarnos la muerte día a día
juguemos al juego de morir en la escalera
juguemos a fumarnos la muerte poco a poco
hoy queremos morir
antes que nada.
Y si me mueres bien
también yo moriré contigo
y nadie lo sabrá.
Nos iremos despacito
con los muñecos y los cromos de animales
robaremos en las tiendas
los pedazos más pequeños
las nubes de algodón
sabor a nata
y algún acebo
que puede que muriese antes que nosotros.
También
y por qué no
le daremos la mano al violinista
y lo llevaremos al mar
el siempre quiso ir al mar
hacer música del mar
y amarrarla en el pecho
amar el mar.
Muéreme bien
por favor
muéreme con todos los pájaros
y con la mujer que vende el cuerpo
para poder morir con menos peso
en el próximo peldaño
muéreme
para que yo te vea desde arriba
y tú puedas sentir
cómo se me mueren las piernas.
Hay tanto que morir
se puede morir de tantas formas
que es difícil morir demasiado.
Hoy fumaremos opio en la escalera
y yo te traeré la sonrisa de un león
para que no te sientas sola
y pararemos los ascensores
para que los hombres mueran un pedacito de vida
y moriremos abrazados
a cualquier cabina sin monedas
y nos tirarán a los charcos
para que se nos mueran los peces en los ojos.
Si hoy nos morimos.
Te prometo que si hoy nos morimos
se nos reflejará la luna en el costado
y alguien nos tocará una canción de despedida.
Quizá, el violinista
nos traiga todos sus sellos de ballenas
y nos visite las manos
con una flor
y un dromedario.