EL ÁRABE
Junto a esta altísima columna
hundida en la memoria espero. Yo también,
como ella, miro siempre
a los que entran y salen de la ciudad
que fue divina, a los que pasan sin detenerse.
Ignoro por qué van todos tan deprisa,
qué les urge. ¿No saben acaso que, como ella,
es inextinguible el tiempo?
Francisco Javier Torres
Antequera (Málaga),1962.