repertorio


agosto 15, 2007

Mente zen

"Aunque se trate de algo imposible, debemos intentarlo, porque nuestra verdadera naturaleza ansía que así sea. Pero, en realidad, no es cuestión de que sea posible o no lo sea.

Si la supresión de las ideas centradas en el propio ser es nuestro deseo más íntimo, debemos conseguirla. Al hacer este esfuerzo se aplaca ese deseo más íntimo y en esto consiste el nirvana. Antes de resolverse uno a hacerlo suele haber dificultades, pero una vez que se comienza ya no las hay. Ese esfuerzo aplaca el deseo más íntimo. No hay ninguna otra manera de lograr la calma.

Sin embargo, la calma mental no significa que se ha de suspender la actividad. La verdadera calma se ha de encontrar en la actividad misma. Suele decirse: "Es fácil sentir calma en la inactividad, es difícil sentirla en la actividad, pero la calma en la actividad es la verdadera calma".

Después de practicar por cierto tiempo se da uno cuenta de que no es posible hacer progresos rápidos y extraordinarios. Por mucho que se esfuerce, todo progreso viene poco a poco. No es como salir bajo una lluvia torrencial y saber cuándo ya se está mojado. En la niebla uno no sabe que se está mojando, pero a medida que se camina va mojándose poco a poco.

Cuando la mente abriga ideas de progreso es posible que diga "¡oh, este paso lento es terrible!". Pero en realidad no lo es. Cuando nos mojamos en la niebla es muy difícil secarse. Por eso no hay que preocuparse porque el progreso sea lento..."

Shunryu Suzuki *Mente Zen, Mente de Principiante* (frag.)

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